MedicinaEtica
  • Inicio
  • Desde la litera de arriba
  • Temas
    • Actividad profesional
    • Ética médica
    • Deontología médica
    • Discapacidad
  • Sobre mí

MedicinaEtica

  • Inicio
  • Desde la litera de arriba
  • Temas
    • Actividad profesional
    • Ética médica
    • Deontología médica
    • Discapacidad
  • Sobre mí
Sin categoría

¡¡No endurezcan más el techo!!

escrito por Marian Jiménez 4 octubre, 2014

La idea del «techo de cristal», ése que representaba las dificultades añadidas que una mujer debe vencer para llegar al mismo escalón laboral que un hombre, acaba de ser dinamitado.

Esto seria bueno si no fuera por tres cuestiones sencillas y terribles a la vez:

1- Han cambiado el material  del que está hecho y ahora es de hormigón pretensado ( ya saben, ese que lleva cable trefilado en su interior para darle consistencia y que lo hace casi, casi indestructible).
2-Lo ha hecho otra mujer- quedándose tan ancha- convirtiendo ese tope o dificultad  que tenemos que romper de entrada, en una misión propia de titanes.
3-Dice que» lo ha hecho para bien, que releamos sus palabras «…y yo por más que lo hago-incluso con gafas puestas- no veo el bien por ningún sitio.

Según pudimos leer en «El Mundo»(3/10/2014): «Mónica de Oriol ha realizado estas polémicas declaraciones en una mesa redonda celebrada en el marco de la XXV Asamblea Plenaria del Consejo Empresarial de América Latina, en la que ha añadido que para que las mujeres lleguen a altos cargos directivos no hacen falta leyes, «sino entender que un puesto directivo requiere sacrificios». Por eso, considera que es mejor que una alta directiva «se case con un funcionario o con un marido al que le gusten mucho los niños».

( Llegados a este punto desconozco si nos quiere decir que ella es muy sacrificada, que tiene un marido funcionario- de los que supone que no trabajan- o que al suyo, funcionario o no, le gustan mucho los niños).

Querida alta directiva: soy una mujer sacrificada, no tengo marido según el registro civil y me encantan los niños( por cierto, tengo tres).Y con estas premisas me he desarrollado profesionalmente  sin hacer de ellas bandera.
No sé cual de estas tres razones me hace sentirme mas avergonzada  de sus palabras ya que mi sacrificio es personal y no público, mi estado civil algo íntimo y personal y  el que a alguien le  gusten los  niños nunca debe ser un motivo en una argumentación laboral.

Es cierto que debemos buscar nuevas estrategias  que beneficien la maternidad y la hagan compatible con el desarrollo profesional a «pequeña -mediana-o alta escala» cuando sea esto lo que la profesional decida…pero ella y su empresario, no usted.
Lamentable que se recurra a la figura del estado civil para facilitar el trabajo cuando éste no se realice en condiciones adecuadas para que, mujeres y hombres, tengamos las mismas oportunidades de ascenso y mejora en él.
Nada más y nada menos…

Y sobre el tema de los niños….me parece una majadería mezclarlos en una argumentación seria y con visos de cierto nivel intelectual.

Si de verdad quiere ayudar  a las mujeres a alcanzar cotas de representación y poder , sin morir en el intento, respetuosamente le pido  que se calle.
Es lo mejor que puede hacer; para decir según qué cosas es mejor no abrir la boca.

¡¡No endurezcan más el techo!! was last modified: octubre 4th, 2014 by Marian Jiménez
sin comentarios
0
Facebook Twitter Google + Pinterest
Marian Jiménez

artículo anterior
Día de la no violencia
siguiente artículo
La huella que no tiene cura

You may also like

La importancia de lo urgente

31 enero, 2015

Los médicos también duermen

17 mayo, 2015

La confusión viaja en carroza

5 enero, 2016

Precariedad como horizonte…

11 mayo, 2015

Un @gradecido abrazo…( para todos)

29 marzo, 2014

SI TIEMBLAN TUS MANOS…..

21 enero, 2013

No es país para viejos(II)

26 abril, 2015

Hablar de unas simples gafas

15 diciembre, 2014

Día de la no violencia

1 octubre, 2014

EL PODER DE UNA SONRISA….

30 julio, 2013

Deja un comentario Cancel Reply

Desde la litera de arriba

Playa del Sardinero.Agosto.2018

Artículos más populares

  • Una habitación con vistas

    24 noviembre, 2018
  • Y no le insultamos…

    25 febrero, 2019
  • Tres palabras

    3 febrero, 2019
  • 8 octubre, 2019
  • 26 noviembre, 2014
  • Madres…

    8 marzo, 2017
  • Construyendo la hoja de helecho

    19 noviembre, 2018
  • Si ganas, dame lo que te sobra…(Carta abierta a los integrantes de» la Roja»)

    9 junio, 2014
  • Siempre igual…

    15 abril, 2017
  • Impermeables amarillos

    22 diciembre, 2019

Categorías

Entradas recientes

  • Penalizar la autonomía
  • Vestirse por dentro
  • Mañana, medita…
  • Viento en otoño
  • Impermeables amarillos

Archivos

  • marzo 2021
  • noviembre 2020
  • abril 2020
  • diciembre 2019
  • octubre 2019
  • febrero 2019
  • enero 2019
  • noviembre 2018
  • abril 2017
  • marzo 2017
  • febrero 2017
  • enero 2017
  • noviembre 2016
  • septiembre 2016
  • julio 2016
  • junio 2016
  • mayo 2016
  • abril 2016
  • febrero 2016
  • enero 2016
  • diciembre 2015
  • noviembre 2015
  • octubre 2015
  • septiembre 2015
  • agosto 2015
  • julio 2015
  • junio 2015
  • mayo 2015
  • abril 2015
  • marzo 2015
  • febrero 2015
  • enero 2015
  • diciembre 2014
  • noviembre 2014
  • octubre 2014
  • septiembre 2014
  • agosto 2014
  • julio 2014
  • junio 2014
  • mayo 2014
  • abril 2014
  • marzo 2014
  • febrero 2014
  • enero 2014
  • diciembre 2013
  • noviembre 2013
  • octubre 2013
  • septiembre 2013
  • agosto 2013
  • julio 2013
  • junio 2013
  • mayo 2013
  • abril 2013
  • marzo 2013
  • febrero 2013
  • enero 2013
  • diciembre 2012
  • noviembre 2012
  • octubre 2012
  • septiembre 2012
  • agosto 2012
  • julio 2012
  • abril 2012
  • marzo 2012
  • febrero 2012
  • Twitter

@2018 - Todos los derechos reservados


Volver arriba