Hoy tras leer una pequeña adaptación que Eloy Moreno hace del cuento original el cántaro roto
( que cuelgo aquí El cántaro roto http://www.eloymoreno.com/el-cantaro-roto/ ) he vuelto a meditar y a escribir, después de muchos días ,de semanas casi meses, sin hacerlo.
!Cuantas veces solo vemos nuestra grieta!.
En nuestro caminar vital sólo miramos desde dentro la tinaja: no estamos llenos, perdemos agua, no somos eficaces, no hacemos ni cumplimos con nuestra tarea como antes…
Esto nos da tristeza, nos hace sentirnos menos útiles, cansados y a pedirle al aguador que nos sustituya.
No podemos más, perdemos ilusión y fuerza, capacidad de disfrutar y de vernos por fuera.
Las grietas del alma quizá no se noten pero el resultado es que está menos llena.
¿ Qué hacer?,¿Cómo recuperar lo que perdimos?,¿Es esto hacia lo que hay que tender ,»a tapar grietas»?
La respuesta la da el aguador con su sonrisa: «mira y valora tú a que lado del camino están las flores».
Ojalá cada uno encuentre al aguador que, sonriente, le explique su misión desde otro ángulo .
Haciéndonos ver que todo nuestro afán esta colmado aunque sólo vemos el agua que se escapa.
¿Que pierdo agua ?Si.¿Qué ya no sirvo ?No!!
Ahora ,simplemente ,sirvo para otra cosa y cumplo otra misión.
Tan importante es ver la grieta y el agua que se escapa como la fertilidad que produce en el camino aquella gota que, al resbalar una tras otra, da color y aroma al caminante.