MedicinaEtica
  • Inicio
  • Desde la litera de arriba
  • Temas
    • Actividad profesional
    • Ética médica
    • Deontología médica
    • Discapacidad
  • Sobre mí

MedicinaEtica

  • Inicio
  • Desde la litera de arriba
  • Temas
    • Actividad profesional
    • Ética médica
    • Deontología médica
    • Discapacidad
  • Sobre mí
Desde la litera de arribaDiscapacidad

Y no le insultamos…

escrito por Marian Jiménez 25 febrero, 2019

Hoy es un día importante por muchas razones y, sin quererlo, Sr. Espada, con su intervención en un programa de televisión y sus declaraciones, me ha dado algún que otro motivo más para que lo sea. Verá, voy a explicarle…

Veinticinco años separan sus declaraciones de estos días, de mi tercera maternidad; como siempre, cada una de las tres, diferentes entre sí y de cualquier otra. Yo soy la misma, pero en cada ser que asoma a la vida en una mañana cálida o en una noche tormentosa, haya algo de mi y algo de su padre, cada nuevo ser es individual, y con una dignidad intrínseca incontestable por ser un ser humano único e irrepetible.

Su dotación genética propia- independientemente de cómo cuantifíquenos ésta y de cómo se “empaquete” en más o menos cromosomas- le hace singular y único, y asi lo queremos, con su singularidad, unicidad y alegría inmensa. Imagino que lo mismo que a usted sus allegados: con sus luces y sus sombras… Sin embargo, nosotros no le insultamos.

Se ha referido a las personas con síndrome de Down como una desgracia, y las personas que padecen discapacidad intelectual por extensión -asi en general- como “patéticos”, “víctimas de su condición” o” desgraciados”. Lejos de insultarle como ha hecho usted con un numeroso colectivo de personas en España, le invito a mi casa.

Le invito a mi casa, Sr. Espada. Cuando quiera, cuando le venga bien: le invito a mi casa. Creo que debe ver por usted mismo si se puede disfrutar de la vida con una discapacidad; verá cuanto puede estar equivocado, cuestión que atribuyo a su profundo desconocimiento de cómo se vive de cerca con una discapacidad intelectual: con alegrías, penas, sonrisas y lágrimas. Vamos, lo normal. Igualmente verá si consumen, producen, hacen uso de la sanidad, en qué medida lo hacen, y todas estas cuestiones que tanto parecen preocuparle…Y, sin embargo, nosotros, durante este proceso, no le insultaremos.

Mi familia, mis amigos y yo le invitamos a compartir nuestra gran suerte; esa que quizá no pueda comprender porque no nos conoce: ni a nosotros, ni a ellos…Y no queremos que siga sin conocernos y disfrutar de aquellos, con una dotación genética diferente , que colman de alegría y de ilusión a sus familias sin que ello reste dificultad al dia a dia… Sé que será para usted algo incomprensible, pero, tampoco por ello le insultamos.

 

Nuestros hijos con algún cromosoma de más -o de menos- son tan felices como cualquiera de los otros, sus hermanos. Tienen las mismas aspiraciones, anhelos, esperanzas, deseos de un mundo mejor y una vivienda y trabajo digno para todos. Deseos de enamorarse, de vivir su vida, trabajar y crecer…Eso sí, no le negaré, que lo tienen muchísimo más difícil. Y, sin embargo, nosotros no le insultamos.

La dificultad en la que vivimos no debe ser triste, amarga, aplastante…Al revés: cuando se conoce, se asume, se comprende y se valora, es la mejor forma de sacar el jugo a la vida; de aprender a mirar a través de unos ojos dulces y sin maldad que, con esperanza y alegría, encaran la misma vida que vivimos usted y yo, pero eso sí, no se lo niego, de modo diferente. Y por ello, comprendiendo su incomprensión, seguimos sin insultarle.

 

Podremos darle nuestra visión, explicarle cómo la dificultad nos llevó a vivir la vida de otro modo, diferente al que imaginamos, quizá insospechado, pero rotundamente feliz. No con ñoñerías baratas sino con la alegría que brota del sufrimiento superado, de las dificultades vencidas y de las esperanzas en conseguir aquello que aún se nos resiste. Y seguiremos sin insultarle.

A cambio le pedimos, le exigimos que, como escritor profesional y de talento, utilice mejor el lenguaje de modo que no se produzcan errores como los que cometió en el programa antes señalado y que le llevó, seguro por error -porque no lo concibo de otro modo-a tildar con distintos insultos a las personas con capacidades diferentes que es como deben denominarse-incluyéndonos en ello a usted y a mí-.

Todos iguales (en derechos y dignidad) y todos diferentes (en capacidad y necesidades) conformamos la especie humana, en toda la riqueza de su expresión. Y unos y otros, no le insultamos.

Se puede disentir, pero nunca insultar.

pd. Reciba un cordial saludo de una madre orgullosa de los suyos con o sin material genético de más, con distintas capacidades y necesidades , que quiere para todos ellos una vida en igualdad de oportunidades para un desarrollo pleno y armónico …y sin insultos.

Dejo una imagen de la playa del Sardinero como remanso de paz en un dia soleado. Ojala  fuéramos capaces de sentir con la misma calma

Y no le insultamos… was last modified: febrero 27th, 2019 by Marian Jiménez
sin comentarios
0
Facebook Twitter Google + Pinterest
Marian Jiménez

artículo anterior
Tres palabras
siguiente artículo

You may also like

La sensatez anclada en un viento del...

7 enero, 2019

El hombre profesional

28 febrero, 2015

Cuarto y mitad de excelencia

6 noviembre, 2018

Qué fue primero…¿el huevo o la gallina?

18 enero, 2017

Color y cristal

3 diciembre, 2019

Indicador «tuercas apretadas/hora»

19 diciembre, 2015

Una habitación con vistas

24 noviembre, 2018

Madres…

8 marzo, 2017

Impermeables amarillos

22 diciembre, 2019

Una enhorabuena doble

3 julio, 2016

Deja un comentario Cancel Reply

Desde la litera de arriba

Playa del Sardinero.Agosto.2018

Artículos más populares

  • Una habitación con vistas

    24 noviembre, 2018
  • Y no le insultamos…

    25 febrero, 2019
  • Tres palabras

    3 febrero, 2019
  • Construyendo la hoja de helecho

    19 noviembre, 2018
  • Madres…

    8 marzo, 2017
  • 8 octubre, 2019
  • 26 noviembre, 2014
  • Viento en otoño

    1 abril, 2020
  • Si ganas, dame lo que te sobra…(Carta abierta a los integrantes de» la Roja»)

    9 junio, 2014
  • Mañana, medita…

    18 noviembre, 2020

Categorías

Entradas recientes

  • Penalizar la autonomía
  • Vestirse por dentro
  • Mañana, medita…
  • Viento en otoño
  • Impermeables amarillos

Archivos

  • marzo 2021
  • noviembre 2020
  • abril 2020
  • diciembre 2019
  • octubre 2019
  • febrero 2019
  • enero 2019
  • noviembre 2018
  • abril 2017
  • marzo 2017
  • febrero 2017
  • enero 2017
  • noviembre 2016
  • septiembre 2016
  • julio 2016
  • junio 2016
  • mayo 2016
  • abril 2016
  • febrero 2016
  • enero 2016
  • diciembre 2015
  • noviembre 2015
  • octubre 2015
  • septiembre 2015
  • agosto 2015
  • julio 2015
  • junio 2015
  • mayo 2015
  • abril 2015
  • marzo 2015
  • febrero 2015
  • enero 2015
  • diciembre 2014
  • noviembre 2014
  • octubre 2014
  • septiembre 2014
  • agosto 2014
  • julio 2014
  • junio 2014
  • mayo 2014
  • abril 2014
  • marzo 2014
  • febrero 2014
  • enero 2014
  • diciembre 2013
  • noviembre 2013
  • octubre 2013
  • septiembre 2013
  • agosto 2013
  • julio 2013
  • junio 2013
  • mayo 2013
  • abril 2013
  • marzo 2013
  • febrero 2013
  • enero 2013
  • diciembre 2012
  • noviembre 2012
  • octubre 2012
  • septiembre 2012
  • agosto 2012
  • julio 2012
  • abril 2012
  • marzo 2012
  • febrero 2012
  • Twitter

@2018 - Todos los derechos reservados


Volver arriba